La presión de aire idónea determinará la cantidad correcta de hundimiento. El hundimiento es la cantidad de compresión de la suspensión cuando soporta el peso del ciclista equipado y de una parte de la bicicleta. Se calcula como un porcentaje, siendo la relación ideal entre el 10 y el 30% del total del recorrido disponible (porcentaje menor para recorridos más cortos y mayor para recorridos más largos). Ajustar la suspensión para conseguirlo permitirá obtener la máxima tracción y un comportamiento óptimo de la suspensión.
Los ajustadores de volumen, que nosotros denominamos Bottomless Tokens o simplemente “tokens” permiten cambiar la facilidad con la que la suspensión puede tocar fondo. Añadir ajustadores de volumen dificulta tocar fondo. Tocar fondo de vez en cuando es bueno; significa que la suspensión se aprovecha al máximo. Pero si es excesivo, puede provocar pérdidas de control.
Al añadir o quitar ajustadores de volumen, no debería ser necesario cambiar la presión del aire. Comprueba siempre el hundimiento para garantizar que la presión de aire sea la correcta, así como el número de ajustadores volumen que admite el producto.
La velocidad de rebote idónea permite que la suspensión regrese rápidamente a su punto inicial de hundimiento para absorber el siguiente impacto, sin ser tan rápido que cause una oscilación de la bici y del ciclista y la pérdida de tracción.
Anota la velocidad de rebote contando el número de clics o giros del dial desde la posición más lenta.
La compresión de alta velocidad (HSC) añade o elimina resistencia a la compresión cuando se circula sobre superficies propensas a los impactos, como rocas, raíces, rizados y cortados. Aumentar la HSC proporciona más apoyo para mantener la geometría adecuada de la bicicleta y evitar que la suspensión avance demasiado en su recorrido. Si la HSC es demasiado alta, puede perjudicar la sensibilidad. La reducción de la HSC provoca que se utilice más recorrido y que la suspensión sea más activa ante los obstáculos.
Anota tu velocidad de HSC contando el número de clics o giros del dial desde el ajuste más firme.
La compresión de baja velocidad (LSC) aumenta o disminuye la resistencia a la compresión al rodar sobre superficies que no son propensas a los impactos, como terraplenes, transiciones, cambios de relieve y secciones de bombeo. Frenar y mover el cuerpo también genera fuerzas de compresión de baja velocidad. Aumentar la LSC proporciona más apoyo para mantener la geometría adecuada y evitar que la suspensión avance demasiado en su recorrido. Demasiada LSC puede perjudicar la sensibilidad. Al reducir la LSC se consigue una suspensión más flexible, lo cual aumenta la tracción y la absorción vertical en superficies con pequeños baches.
La LSC no debe sustituir a la presión adecuada de los muelles de aire. Comprueba que el hundimiento sea correcto antes de ajustar la LSC. Anota la LSC contando el número de clics o giros del dial desde la posición más firme.